Probando por primera vez un servicio de travestis teléfono
Hay quienes aseguran que los travestis tienen algo muy especial; un toque muy excitantes que no todos son capaces de ver… pero los que lo hacen son capaces de disfrutar del sexo a un nuevo nivel.
Desde el principio yo he formado parte de esos gustos. Cuando salía de fiesta con los amigos y veíamos a un travesti, notaba como ellos lo rechazaban. Quizá no con sus acciones: en ningún momento se ponían a gritarle o a insultarle como muchos haría… pero en sus caras se reflejaba esa mueca de desagrado tan característica.
Pero mi forma de verlos era diferente: me sentía completamente atraído por ellos y no sabía muy bien el motivo.
Me atraen los travelos… ¿y qué?
Sin embargo, no tenía el valor para encontrarme con alguno de ellos en persona y siempre solía llamar a un número de travestis teléfono que había conseguido en Internet. Podían estar mintiéndome si hubieran querido, podrían haberme dicho que eran travestis en, en realidad, ser hombres completamente que hacían todo lo que pudieran para mantenerme el máximo tiempo en el teléfono.
No obstante, mi mente no quería creerlo. En ella se recreaba el cuerpo escultural de una mujer: unos enormes pechos, un culo respingón y si, en el centro de su sexo una buena polla que disfrutaba mirándola, chupándola y agitándola a mi antojo.
No os equivoquéis, a mí me ponen las mujeres… los hombres nunca me han excitando. Y si, se que los travestis en realidad son hombres, pero tienen algo especial que hace que no pueda apartar la mirada ni por un momento de ellos.
Algún día me voy a decidir y me follaré al primero que encuentre pero, por el momento, me conformo con mi línea de “travestir teléfono”.